Se llama Elvira Margarita Duque, tiene 65 años es jubilada y cobra la mínima, sus hijos la ayudan en todo lo que está a su alcance, pero precisamente no alcanza.
Elvira, desde hace dos años permanece postrada en un sillón con dos sillas que le sostienen sus piernas, así duerme y así transcurren sus días, ella tiene todas las ganas de vivir mejor, pero lo que más necesita es una atención médica domiciliaria ya que es imposible movilizarla hasta algún hospital. La ausencia de PAMI de la localidad de Caseros es terrible ya que han realizado todo tipo de trámites para poder lograr tener todo lo que necesita, aunque lo primero que aparece es la burocracia del estado ausente quién hasta el día de hoy no le brinda la atención médica domiciliaria y mucho menos una cama ortopédica tan necesaria para su estado.
Elvira se siente abandonada y desesperada porque lo que más quiere es tener una vida digna, después de haber aportado lo suyo al sistema. Sus hijos se sienten desorientados porque hicieron todo para poder lograr por lo menos al mínimo.
Cansada de reclamar por sus derechos, Elvira decidió hacer pública su situación con esperanza que PAMI pueda darle lo que ella necesita.